Coco y Pepe van al circo.

Esta es la historia de un cocodrilo llamado Coco y su amigo el burro Pepe.

Ellos se conocieron por casualidad cuando Pepe quiso cruzar el río dónde vivía Coco para ver su granja desde allí. A partir de aquel día iban juntos a todas partes.

En ocasiones un circo pasó por el pueblo, y esto fue lo que ocurrió:

-Toc, toc, toc-golpeó suavemente Coco en la puerta de la granja de Pepe, y dijo-: Pepe, ¿estás ahí?

-Pasa, pasa, Coco -rebuznó Pepe-. Estoy más desesperado que un burro desesperado.-¿Por qué? -preguntó Coco, sin saber muy bien si preocuparse o reír.

-Es que no encuentro las entradas para el circo. Sé que las guardé para no perderlas, pero lo hice tan bien que ahora no soy capaz de encontrarlas - seguía rebuznando Pepe.

-¿Has mirado en tus bolsillos? - señaló Coco.

-Pues claro: en mis bolsillos, en los muebles, en la nevera, en el corral debajo de las gallinas, bajo la cama, en todos los sitios de mi granja, y no las encuentro. Y justo en esta función debutan cantando y bailando un sapo y una rana. Me han dicho que vienen de París y que nunca se ha visto ni oído nada igual.

-Bueno, bueno, de París, hum mm..., a veces la gente exagera un poco, pero ya lo veremos.

-Eso si encuentro las entradas - dijo desanimado Pepe. Fue entonces cuando Coco vio, a través del sombrero de granjero de Pepe, que asomaban unos papelitos de colores. (Esas deben de ser las entradas), pensó sonriendo , aunque los cocodrilos tienen la boca tan grande que si no se ríen a carcajadas no se nota.

-Busca en tu cabeza - le dijo a su amigo.

-Eso hago -contestó Pepe-, intento hacer memoria, pero no me acuerdo.

-No,no- dijo Coco riendo, ya ya se empezaba a notar-. No tan adentro de tu cabeza, un poco más afuera, digamos, cerca de tu sombrero...

Pepe levantó los ojos, puso tiesas las ojeras, el sombrero bailoteo sobre su cabeza y,como por arte de magia, comenzaron a flotar en el aire las entradas del circo.

- ¡ Aquí están! - rebuzno Pepe-.Ciertamente, debo usar la cabeza mas a menudo, ¡ja, ja, ja!

Ambos rieron y partieron velozmente hacia el pueblo.

FIN

Sara María

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